<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d9797740\x26blogName\x3dAcqua\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://masagua.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_AR\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://masagua.blogspot.com/\x26vt\x3d-3585669719537124409', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

02 diciembre 2005

Gotitas para la panza

“Yo no quiero volverme tan loco,
yo no quiero saber lo que hiciste”.
C.G.


Algunos dicen que los dolores se curan con gotitas para la panza.Otros, toman té contra el olvido. Yo no creo ni en gotitas ni en pastillas. A veces prefiero los té. Otras, café o el humo viciado de lo repetido.
¿Qué quiero de vos? Contame.
No a las preguntas. Odio pensar respuestas. No soy una buena oradora. Mi palabra pervierte lo sano. Mi boca desvirtúa mi cuerpo.
Prefiero no buscar, distraerme ante la mirada que busca. No sé si prefiera. Me gustaría....
Mi amiga se divierte jugando con histerias. Todos tenemos un poco de ellas, no son sanas. Pero cada uno tiene sus vicios. Juguemos. Sabés que te podés lastimar. Éste no es un juego apto para sensibles.
Soy diurna de esas chicas correctitas de tareas y buenos modales. Algunos realmente me saben. Otros, no me imaginan fuera de esta realidad y me nominan: “Es tan buena”. Adjetivo calificativo mediocre en desuso ¿Me sabés? Me sé.
Puedo delinearte, todavía. Temblarías ante mi trazo si durmieras alguna noche sin chasquear los dientes.
Te pienso desnudo, leyéndome.