<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d9797740\x26blogName\x3dAcqua\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://masagua.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_AR\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://masagua.blogspot.com/\x26vt\x3d-3585669719537124409', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

10 enero 2005

Pupilas

Pupilas



La pequeña hada dice: “Estás loca”. Y debo pensarlo, saborearlo, o tal vez ¿escupir esas palabras? Entonces, calla ante la demencia cómplice del que aún no ha dicho y dice tanto. Mueve la cabeza en una mirada de reojo que todavía no me confiesa nada. Pero, en un instante seco de palabras cuenta como un cuento: “Me gusta, es sólo que parece que estuvieses loca.” Nadie que lea una línea de mis ojos se atrevería a defender una posición contraria. Pienso en un segundo que lo he logrado, que mi escritura por fin deja de ser mía y saborea, babosea otras bocas. Y es carnalmente deliciosa observar como la letra entintada se hace movimiento en la boca de aquel que lee. Plaf, el hada ha vuelto de su viaje al ras del suelo. Y las palabras navegan por sus ojos, la pantalla de este ogrito amistoso la succiona y una sonrisa sabrosa se pega melosamente a mis dedos, una fiebre de necesidades garabateadas tumban por un momento esta estúpida anemia y el repiqueteo de las teclas es casi un orgasmo de trampas matutinas, en la cual no hay culpables, sólo letras, letras y más letras. Porque ellas se inscriben en mis pupilas dilatadas ante el asombro del creador, del creado, de lo que creo y de aquel al que le creo. Te creo, sí a vos. No se puede mirar hacia el infinito cuando la transparencia es el centro del banquete, hasta Baco se ha sentado a mi lado a escucharte, a escucharme. Glup, Glup¡¡ cuánta agua!!. Esto se inunda y las letras explotan mi cuerpo y se hacen cuerpo, esencia. Perdoname sino te gusta leerme, es todo lo que hay, es todo lo que soy. No me acuse, no se puede vivir sin esencia. ¿Cómo hago yo para olvidarme de mi lengua? Si corto estas venas caigo en t/ Tierra. No me lo permitas. Esa mímica vacía es la que le da aire a este temporal de letras. No me seques las pupilas de letras soy sólo eso. Pupilas que espían, que me espían, que te espían. Dilatadas, perdidas. Sólo eso Pupilas que hablan, que leen, que te leen. Pica, te encontré, me encontré.