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28 junio 2008

Colores

Yo ya no quiero.

-lo digo así fuerte y grande para que me POR FIN me entiendas.

Mi amiga no acumula, como yo: cosas.

Limpiar la cama,

la ropa,

los libros,

los puertos,

las ventanas,

----------------------------------------------------------------------------------los nombres.

Des me mo ri zar para

dejar

entrar.

Me gusta percibir como ruedan las lágrimas cuando la fiebre atosiga.

Cuando esto pasa, me siento humanamente pequeña en los ecos sonoros de los seres que me cuidan.

Las distancias breves huelen a chocolates.

Un alguno me desea: buenos sueños y colores.

¿Qué desearle a los daltónicos?

Según mi profesora de lingüística: “todos los hombres lo son.”

No hablo en sentido genérico sino del género.

Un Él– que a veces creo que podría elegir- me pregunta:

¿Siempre te dicen que tenés lindos ojos?

-Casi siempre

y sueno

soberbia

cuando digo que depende del

cómo y del quién

el que resulte agradable.

Porque

es lindo saber

que sos

lo

que te ves linda.

Estuve por decirle

que Él también tenía lindo ojos -aunque no fueran claros-, que su energía se presentía a cuadras, que a veces me distraía con algunas de sus carcajadas pupilares, que no me cansaba escuchar sus limpios silencios.

Pero, no valía preguntar cosas que ruborizaran.

08 junio 2008

Había una vez...

Mis curvas se escriben con vocales.

Ellos saben de mis vicios.
Pasan la tinta de sus consonantes por mi cintura.

Armá tu cuento en mí.