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29 septiembre 2008

Capítulo 7*

Mira una escena.
Piensa:
QUIERO TODAS LAS BOCAS.

Vuelve.
Él dice: “Parece que escribieras escenas.”
Confiesa ante el mayor de sus Ellos:

-Me siento desnuda en mis textos.

(¿O serán ellos los desnudos?)

Vuelve.
Algunos ellos buscan huellas en sus letras. ¿La buscan?
¿Dónde encontrarla?

Ella

P
E
R
D
I
Ó

el mapa de sus recovecos en algunas camas,
en algunas lenguas.

Recorrer lo comisura de boca,
el borde del deseo.
Contar
los milímetros.
Que un él
pierda la estabilidad,
recupere el pulso.
--------H-------i-----l-----v-----a-----n------a-----r-----
----los cuellos con los dedos---con la abertura de la boca---con el lóbulo de la oreja:
Un gran tejido que cierre su beso.

D/deseo.

*¡Gracias julito! Éste es mi intento por dialogar.

24 septiembre 2008

Le rendez vous

"Sé que te ponés el traje
por temor."



La rutina es la acostumbrada salvo, que se han movido algunas fichas. La tecnología dio origen a una serie de “malos-entendidos” que terminaron con un mensaje concluyente:

-Ayer por mensajes se hizo una bola loca, lo mejor sería que charlemos personalmente, ¿Querés? Yo estoy en mi casa, ¿querés pasar dentro de un rato? Dale, besos.

Acto seguido: lo llamo. Mi enojo no pasa. Una boludez, un juego estúpido que me lleva a etiquetarlo. Pero, yo no creía que fuese un idiota. Entonces, la piel tira y duele. Duele pensar que TAMBIÉN me haya equivocado con él.

A los pocos minutos de hablar, quedo completamente convencida. Voy para allá.
En el camino un dolor de cabeza atroz se apodera de mi frente. Pienso: una señal. Tal vez no deba ir. Pero luego, vuelvo a él. Cómo lo extraño. Hace tanto que no logro pasar unos minutos con él. ¿Tres años ya? Creo que sí.

Llego, toco timbre. Él no se demora en abrirme. Subimos.
Sigo enojada.
Me da A/agua.
Subimos, nuevamente, a algo que auspicia de “su pieza” en esta parte del mundo.
Es casi igual a la otra, incluso sigue durmiendo arriba. Está todo en el piso (como siempre) salvo que se nota que este nuevo-viejo lugar, está menos habitado. La botella de agua, el grabador para poder dormir, un libro un autor “top”, papeles y más papeles. Mucho olor a cigarrillo, mucho olor a marihuana. (¡Uy, perdón una chica como yo no puede poner que hay olor a marihuana!) ¿Y si lo hay?

Digresión: Una vez mi hada menor en su afán de ayudarme ante un caballero, dijo las siguientes palabras: “Es como si a ella le creciera una planta de marihuana adentro”. Con tal señor. No me sirvió de demasiado, creo, que incluso estuvo a punto de denunciarme por posesión de drogas.

ÉL, a él le crece un campo. Tiene su abastecimiento propio en su cuerpo. La creatividad lo dibuja. NO tiene miedos, a veces, incluso salta.

SOLTARLO. A ÉL TAMBIÉN. SOLTALO.- dice una de mi ellas.
Me citó a dejarnos soltar. Nunca hubiese sospechado que su instinto lo retuviese a mi nombre. Mis sospechas son de cartón, se doblan ante sus palabras imprecisas.
Poco pude entender de lo que trato de decirme, salvo, unos claros “perdón” y “te quiero” de los que no creo que mienta.
-Sos una maza. Te digo eso, porque me da vergüenza decirte otra cosa.
Qué terminología extraña usaba este músico para nombrarme. Una palabra desvirtuada que me devolvía otra vez a la nada.
-te quiero. Cuidate.
Me voy. Se va.
Nos vamos de nosotros.

NOTA: Me permitó el "robo de la cita" porque cura mi extrañamiento.

21 septiembre 2008

Manjar

La descubrí dejándose engullir. Así,como las serpientes que devoran sus presas enteras.

Me descubrí: siendo devorada.
Ardientemente engullida por una boca próxima.

Me relaje al ritmo de su lengua
logré dejarme vencer.
Hubiese querido escribir mi gramática en su cuello
pero

Volví: rendida y fastidiosa.

Olvidé mis manos en un él y mi deseo...

Deseo que hoy,
me desees.