Explicaciones innecesarias ( sin destinos)
Ella escapa. Se escurre entre los dedos suaves de aquellos que dibujan rayuelas y tiran cartas en la puerta de las noches de su alma.
Abre su paraguas ante de que alguna pupila inquieta la encapsule un instante e intente conquistarla en un murmullo creador. Entonces, habla y habla y nada. Se desdice en las voces de todos, en las voces de sus nadies.
Viaja.
Vuela. En horas vespertinas hacia habitaciones fastidiadas de mujeres, de señoritas bonitas envueltas en historias de sapos y serenatas de fin de siglo.
Un libro se desprende de la pila de diarios. Él promete unas palabras claves de su Historia. Ella espera, siempre espera que lea sus palabritas-remedios para poder dormir tranquila, al menos callada.
Sus otros se desvanecen después de la última instantánea y se hace torpe antes los sentimientos. A veces llueve cansado en sus dedos, a veces llueve cansado en sus palabras. Salpica.
Despierta una partícula de perfume de voz. -----------, tal vez NO.
Y las mañanas son cómplices perversos para aquellos que duermen de noche. Lo envidia, siempre, en todas las vidas. En esta lo descuartiza y duerme con una de sus huellas cada noche. Una, ninguna. Tal vez sea hora de decir la verdad.
Los rastros de sus atajos se fueron temprano y la nota voló detrás de él al cerrar la puerta ¿La llave? Una sola, no hay copias. No perdamos al Tiempo en buscarme, se cierra de adentro.
Abre su paraguas ante de que alguna pupila inquieta la encapsule un instante e intente conquistarla en un murmullo creador. Entonces, habla y habla y nada. Se desdice en las voces de todos, en las voces de sus nadies.
Viaja.
Vuela. En horas vespertinas hacia habitaciones fastidiadas de mujeres, de señoritas bonitas envueltas en historias de sapos y serenatas de fin de siglo.
Un libro se desprende de la pila de diarios. Él promete unas palabras claves de su Historia. Ella espera, siempre espera que lea sus palabritas-remedios para poder dormir tranquila, al menos callada.
Sus otros se desvanecen después de la última instantánea y se hace torpe antes los sentimientos. A veces llueve cansado en sus dedos, a veces llueve cansado en sus palabras. Salpica.
Despierta una partícula de perfume de voz. -----------, tal vez NO.
Y las mañanas son cómplices perversos para aquellos que duermen de noche. Lo envidia, siempre, en todas las vidas. En esta lo descuartiza y duerme con una de sus huellas cada noche. Una, ninguna. Tal vez sea hora de decir la verdad.
Los rastros de sus atajos se fueron temprano y la nota voló detrás de él al cerrar la puerta ¿La llave? Una sola, no hay copias. No perdamos al Tiempo en buscarme, se cierra de adentro.